-
Arquitecto: Tabuenca & Leache
- Área: 486 m²
- Año: 2005
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Rodeada por edificaciones diversas, la única vista interesante se ofrecía al fondo, con la pradera en pendiente coronada por el castillo y las ruinas de la iglesia (en el momento de redactar el proyecto). Esta situación empuja a la introversión: Una L orientada al sur, definida por un volumen de hormigón con cubierta de cobre, que protege frente a vientos del norte y ruidos de la calle, abraza un patio principal al que vierte la zona de día, acotado en sus dos lados restantes por un estanque alargado, apoyado contra otro muro, y un pequeño pabellón de invitados. El fuerte desnivel transversal de la parcela y razones económicas y funcionales, sugieren situar las habitaciones en una planta inferior, más privada, sin perder su contacto directo con el terreno.
Los espacios exteriores son aquí tan importantes como los interiores. No hay espacios residuales. La vivienda se organiza en modo a acotar y caracterizar espacios abiertos (habitaciones sin techo) de diferente cometido y personalidad, a menudo al servicio y como prolongación de las estancias.
Los dos accesos, peatonal y rodado, en puntos extremos de la calle, definen los dos niveles de la casa. Desde el pequeño patio de acceso peatonal se tiene ya una visión del estanque. El rumor del agua de una fuente ha de acompañar al visitante hasta el vestíbulo. Una escalera interior, que recibe luz natural del patio, conduce a las habitaciones. La cocina, que se quiere clausurable, es un mueble más dentro del espacio. Un pequeño patio introduce luz en la planta inferior y aísla la zona más pública de comedor y sala de billar de la zona del estar familiar. La pendiente de la cubierta permite alcanzar en el muro interior una altura de más de cuatro metros, útil para colgar las obras de arte del propietario-galerista. Un lucernario singular facilita que el sol bañe y recorra este muro, mientras el resto del cerramiento acristalado del patio queda protegido en verano por los aleros volados.
El pabellón de invitados, con acceso independiente, puede cumplir funciones de vestuario de verano. En la planta de semisótano, el patio que perfora verticalmente la casa aporta luz en el desembarco de la escalera y separa las habitaciones del garaje y las zonas de servicio.
La casa adopta un perfil bajo, pegado al terreno, huyendo de excesos volumétricos. Ofrece una imagen exterior ciega, reservando su cara más amable y humana al interior. Los muros de hormigón, con encofrados industriales estándar, apantallan las vistas indeseadas y canalizan las fugas visuales que amplían las perspectivas interiores.